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La crisis alimentaria, abre camino a la industria de fertilizantes.

Foto: El peruano, Gas de Camisea

La crisis alimentaria mundial se produjo por una suma de factores, como: la escasez de fertilizantes, la guerra de Rusia y Ucrania principales productores de fertilizantes, las restricciones en el transporte por el COVID 19 paralizando las importaciones que proveían con insumos directos o indirectos a las plantas productoras de fertilizantes y la crisis de los conteiner para el transporte terrestre y marítimo complicando la crisis en el mercado global de importaciones y exportaciones. Esta suma de factores ha llevado a diversos países evaluar la dependencia humana en la agroindustria, el consumo interno y su exportación.

La escasez representa un grave riesgo también para la seguridad alimentaria del Perú. Durante los últimos años, se estuvo importando los fertilizantes para satisfacer la demanda agrícola interna. El Perú depende de otros países, del mercado y la coyuntura internacional. Por ejemplo, actualmente el Perú no cuenta con plantas petroquímicas que produzca urea, a pesar que el gas, materia prima necesaria, es un recurso natural peruano.

Desde el año pasado a la fecha (noviembre, 2022) el gobierno peruano ha expresado su interés por construir una planta petroquímica, ha participado en reuniones buscando alternativas en el mercado interno. También se han reunido con empresas chinas para que inviertan en estos proyectos, pero aún no hay un horizonte definido al respecto.

Según A. Vásquez[1], exviceministro de Energía, menciona que Perú cuenta con los yacimientos de gas natural de Camisea localizados en Cusco. El gas de Camisea tiene un precio regulado que es muy atractivo para el desarrollo de proyectos petroquímicos. Además, Ica tiene ya instalada una red de transporte y distribución de gas hasta la zona de Marcona donde podría instalarse un polo de petroquímica básica dedicada a la producción de fertilizantes (como la urea y otros insumos nitrogenados) necesarios para la agricultura nacional, y para el nitrato de amonio, que es una materia prima para la producción de explosivos, insumo importante para la industria minera. El desarrollo de una planta petroquímica en Ica sería la solución de largo plazo para reducir nuestra dependencia de las importaciones de fertilizantes.

En ese sentido, el escenario actual representa una oportunidad única para relanzar la promoción de la inversión privada no solo en petroquímica, sino también en la búsqueda de yacimiento de roca fosfórica de tal forma que pueda cubrir la demanda interna y fortalecer la seguridad alimentaria del país. Ello aumentará la recaudación de impuestos, regalías gasíferas y de canon que contribuirá al cierre de la brecha fiscal que se produjo por las secuelas de la pandemia del COVID-19 y brindará mayores recursos a las regiones que las producen.

El Perú podría experimentar una ‘era dorada del gas natural’ debido a estas oportunidades que se han generado por el conflicto en Europa. Ojalá que en esta ocasión no volvamos a perder esta oportunidad de desarrollo, como ocurrió con los casos del guano y el caucho (A. Vasquez)

J. Condezo

Referencia:


[1] Arturo Vásquez, columna El Comercio, 8/11/2022.

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