Después de la independencia del Perú el 28 de julio de 1821 aún permanecía aquí la presencia española, lo que representaba que no éramos libres de su yugo, del que después nos pudimos liberar solo de ganar en las dos emblemáticas batallas finales: la Batalla de Junín y la de Ayacucho que podemos calificar como de necesidad histórica.
Empezamos recordando que la batalla de Junín, orgullo peruano, fue un acto muy importante en la independencia no sólo del Perú sino de toda la América del Sur.
En cada aniversario patrio peruano no podemos dejar de mencionar a la batalla de Junín, porque en ese encuentro entre las fuerzas peruanas y los realistas españoles, el Perú fue el vencedor genial por su arrojo, fuerza y patriotismo.
Los españoles venían perdiendo una serie de encuentros bélicos con graves consecuencias para ellos que ya se batían en retirada.
Esta trascendental situación motivó que el libertador Simón Bolívar cambie el nombre del regimiento de caballería triunfador Húsares del Perú por el de Húsares de Junín.
¿Cómo y cuándo fue la batalla de Junín?
Al mando de los patriotas estuvo a cargo del general Mariano Necochea y de los realistas el virrey La Serna, quien fue herido prisionero, quedando en su lugar el general José de Canterac.
La hazaña se realizó el 6 de agosto de 1824 justo en una elevación de terreno a orillas del lago Chinchaycocha ubicado al costado de la Pampa de Junín, la temperatura era heladísima con viento cortante que chocaba con la valentía y el patriotismo del ejército peruano.
Comenzó muy mal para los patriotas, hasta que entraron en acción dos escuadrones de los Húsares del Perú quienes intervinieron con heroicidad por el lado izquierdo del enemigo, estaban comandados por el mayor peruano José Andrés Rázuri, héroe nacional quién utilizó la táctica de la sorpresa poniendo en nivel superior a los patriotas. El escuadrón fue dirigido por El coronel Suárez, quien, al ver el ímpetu de Rázuri, ordenó el ataque a los realistas que no sospecharon está arremetida. Tomó desprevenido al ejército español que se creía victorioso y comenzaron a dispersarse por distintos lugares
Después de una tensa lucha, muy corta, con una estrategia inteligente, peleando la caballería cuerpo a cuerpo, mirándose, midiéndose, atacando con valor por su patria se ganó la batalla de lejos. Era de tarde y duró exactamente 45 minutos a puro sable y lanza. Tenían resonando en su mente y corazón la arenga de Bolívar, que en su primera parte dice: “Soldados: Vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud”.
La batalla de Junín abre una de las puertas de la independencia
Cantaron victoria, ganando la contienda con holgura. Todavía faltaba erradicar totalmente a los realistas. En ese momento el Perú veía muy cerca su libertad en su lucha por la independencia. La batalla de Ayacucho ocurrida poco tiempo después, definitivamente nuestra independencia del yugo español.