La rotación de cultivos consiste en alternar plantas de diferentes familias y con necesidades nutritivas diferentes en un mismo lugar durante distintos ciclos con la finalidad de mantener la fertilidad del suelo. Se deben rotar combinando la arquitectura de la planta y la diferenciación de raíces con las necesidades nutricionales:
En resumen, se trata de ocupar la tierra con cultivos diferentes que se van sembrando también en diferentes épocas.
Beneficios de la rotación de cultivos
- Mantiene el suelo cubierto.
- Promueve el equilibrio biológico, disminuyendo los ciclos de plagas y enfermedades.
- Permite un mejor aprovechamiento del área de cultivo en el tiempo.
- Incorpora los rastrojos después de la cosecha.
- Genera un costo mínimo de producción.
- Se produce un intercambio de nutrientes más estable.
- El gasto de energía es menor en ese sistema de producción.
- Mejoran la fertilidad del suelo.
- Son mayores las posibilidades de comercialización.
- Evita problemas de compactación del suelo.
Consideraciones de la rotación de cultivos:
Alternar cultivos exigentes en nitrógeno con cultivos poco exigentes.
- Cultivos exigentes: acelga, coles, espinaca, lechuga, poro, espárrago, pepinillo, maíz, calabaza.
- Cultivos medianamente exigentes: cultivos de raíces; apio, zanahoria, rábano, remolachas, tubérculos.
- Cultivos no exigentes: leguminosas o cultivos asociados a los abonos verdes; éstos siempre estarán enriqueciendo el suelo por el aporte de nitrógeno.
Rotar cultivos que tengan un modo vegetativo diferente.
- Hortalizas de hojas: acelga, apio, col, espinaca, lechuga, perejil, cilantro, apio.
- Hortalizas de raíz: tubérculos, zanahoria, ajo, cebolla, papa, rábanos.
- Frutos y flores: tomate, pepinillo, coliflor, berenjena y cualquier tipo de frutos.
- Leguminosas: intercalar entre los cultivos o sembrarlas alternando el plan de cultivos. Algunas leguminosas: soya, lentejas, garbanzo.
Fuente: www.fundesyram.info, Portalfruticola.com